Nadie podía imaginar que aquel
nuevo mote de Che dado a Ernesto Guevara de la Serna por su compañero de
lucha Antonio (Ñico) López en 1954, en Guatemala, marcaría para siempre a este
indetenible hombre, inmortal ante la traición, las balas y el tiempo.
“Mira, Che, si algo pasa
en Cuba, lo hará Fidel Castro”, así le dijo Antonio por primera vez y fue
suficiente.
Según los indios guaraníes, de
quienes los argentinos tomaron esa palabra, Che significa mío. Pero
este no fue el primero ni el último seudónimo utilizado por el Guerrillero
Heroico, a quien se le conocen más de diez.
A los seis meses de nacido sus
padres le llamaron Teté y siempre puso dos T al final de las
cartas que le escribió a una tía paterna. Esa firma también la utilizó para
evitar que los servicios de inteligencia del enemigo lo detectaran.
Fuser fue otra de las formas utilizadas para llamarlo.
Esta surgió de su sentido del humor mientras jugaba con los amiguitos de
infancia y estaba perdiendo, entonces decía: “Vamos, dale, que aquí llegó el
furibundo Serna”. Y de la contracción de
esas dos últimas palabras nació Fuser.
Otros sobrenombres fueron: El
Pelao, por su
costumbre de pelarse al “rape”; Chancho, que es sinónimo de puerco,
debido a que en su época de estudiante de medicina le gustaba andar con los
cadáveres sin usar guantes y no sentía asco alguno. Este seudónimo él lo empleó
algunas veces para firmar artículos, haciéndose pasar por un periodista chino, pues
ponía Chang-Cho.
En el Congo burló al enemigo
tras el alias de Luis
Hernández Gálvez y en la misma selva congoleña fue
bautizado con el de Tatu.
Más tarde, entra a Bolivia con
un pasaporte uruguayo a favor de Adolfo Mena González y, en esa nación
anotó cosas en su Diario bajo la firma de Ramón, que fue su primer
nombre guerrillero.
El segundo se lo puso el
capitán San Luis (Eliseo Reyes Rodríguez) al concluir el combate de Taperillas,
en abril de 1967. Sucedió que después de esa acción el Che, en su condición de
médico, tuvo que sacarles muchas muelas a los pobladores, de donde devino Fernando
Sacamuelas.
A pesar de todos los seudónimos
empleados por el Guerrillero Heroico el de mayor trascendencia y repercusión
fue el Che; sin embargo cuando parecía que sería el último modo de ser
llamado, el 14 de junio de 1993 los Callahuayas, sacerdotes de la cultura maya
en Bolivia, le otorgaron póstumamente el nombre de Tercer Malco.
Pero, ¿por qué Tercer Malco?
Para los bolivianos, Malco en
quechua es Cóndor que, según ellos, es el ave más sagrada. Así, denominaron
Primer Malco a Tupac Catar y Segundo Malco a Tupac Amaru; ambos, luchadores
contra los invasores españoles.