Desde
que los vi quedé sorprendido ante la destreza y valentía de estos niños que,
literalmente hablando, están fuera de serie.
Parecía
casi imposible que pequeños con edades entre cinco y nueve años pudieran conducir
motocicletas preparadas para correr en pistas, cual si fueran expertos en el
volante.
Pero
nada de fantasía había ante mis asombrados ojos. Era una representación del
motociclismo infantil cubano que realizaba una carrera de exhibición en Pinar del
Río.
Procedentes
de La Habana y bajo la dirección de Manuel Angles Pérez, Campeón del Caribe en
la categoría de 600 cc, este singular equipo trata de incorporarle a la Isla
una práctica que cobra auge en el mundo pero que, debido a nuestras consabidas
limitaciones económicas, todavía aquí se torna muy difícil su expansión.
El
surgimiento de esta modalidad en Cuba se remonta al año 2001 cuando el hijo de
Manuel, entonces con solo tres años, le insistió para que lo dejara manejar y
este accedió.
Actualmente
conducen motocicletas Pocker Bike (33 cc) y Yamaha (50 cc), que llegan a
alcanzar una velocidad crucero que ronda los 100 kilómetros por hora, y de vez
en vez incursionan en el motocross.
Ahora
los dejo con una galería de imágenes tomadas por mí ese propio día, como
muestra fehaciente de que no era un sueño lo que viví.
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